El claroscuro que rodeaba su arte y su vida
“El sacrificio de Isaac” fue pintado en 1603, con técnica de óleo sobre lienzo, siguiendo las influencias del barroco, y reflejando la cita bíblica con dicha temática. El dramático uso del claroscuro (que luego de conocería como tenebrismo) era una de las características más significativas del arte de Caravaggio, aunque pocos imaginaban que también reinaba en su vida.
La realidad es que sus años de triunfo en el arte fueron de lo más caóticos, para el 1600, ya sería uno de los artistas más conocidos de Roma, su arte era controversial, ya que mostraba a los personajes religiosos sin idealizarlos, los mostraba ancianos, con arrugas, sucios, feos; contrario a la perfección con la que habían sido representados hasta el momento.
Por este momento, Caravaggio era el foco de juergas y peleas, datan de ésta época múltiples denuncias hacia el artista, que incluyen ataques con bastonazos, insultos, ataques con espada, rotura de mobiliario y ventanas de diferentes tabernas, etcétera.
Sin embargo, la situación culmina cuando, Caravaggio asesinó a Ranuccio Tomaressi debido a una discusión mientras jugaban al tenis en mayo del 1606.
Luego del asesinato, el artista huyó a Napoles, donde añoraría un perdón (que no se le fue concedido) por sus acciones. El tenebrismo de su arte inundó su vida, retornó a sus viejos hábitos luego de no obtener un perdón, y finalmente murió en 1610 debido a una herida infectada producto de una pelea.
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